Los aportes de L. Wittgeinstein a los estudios del lenguaje
Wittgenstein y el lenguaje
Ludwig
Wittgenstein (1889-1951), fue un filósofo inglés nacido en Austria. Escéptico de la filosofía aunque encuentra en ella algo que merece rescatarse. En cuanto a la metafísica, la parte relacionada a la filosofía de la naturaleza y los principios fundamentales de la realidad, dice que sumerge al filósofo en la oscuridad más completa. Su falta de compromiso con la filosofía, no lo descalifica como filósofo, pero sí lo convierte, como a Nietzsche, como una figura incómoda.
Algunas frases de Ludwig
Wittgenstein son:
"Lo que se deja
expresar, debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede
hablar, es mejor callar".
"Imaginar un lenguaje, significa imaginar una forma de vida".
"Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo".
Aportes de Ludwig Wittgenstein:
Para él lenguaje son todas las proposiciones
gramaticales y cada una de éstas representa un estado de cosas, siempre que sea
sensata y no tenga un carácter exclusivamente lógico. El lenguaje es como
escribir con jeroglíficos donde los hechos descritos tienen un sentido figurado
aún en la escritura alfabética. Pero las imágenes no son la copia de un hecho
sino el hecho mismo.
Primer wittgenstein
El Tractatus de Wittgenstein fue
escrito durante la primera guerra mundial como exposición última de los
pensamientos de Wittgenstein acerca de la naturaleza del pensar y la lógica. En
la introducción al Tractatus escrita por
Isidoro Reguera y Jacobo Muñoz se expone la intención de la obra fundamental
del primer Wittgenstein. Este establece un abismo infranqueable entre lo empírico y lo logico-matematico. H.O. Mounce, autora de la obra Introducción al Tractatus de Wittgenstein,
escribe; “Para Wittgenstein
habría una distinción absoluta entre lo empírico y lo lógico, de forma que lo
último jamás dependería de lo primero.”
Segundo wittgenstein
Este se caracterizó por tener algunas diferencias con el primer wittgenstein.Wittgenstein negaba categóricamente que hubiese un «lenguaje ordinario», precisamente porque tampoco hay un lenguaje «extraordinario» (ya sea el de la ciencia o el de la metafísica). No disponemos de un lenguaje «mejor» que el lenguaje (como alguna vez se pensó que era la lógica) ni tampoco de un lenguaje más «ordinario» que él: disponemos (por así decirlo) únicamente del lenguaje, y no podemos elevarnos ni descender por encima o por debajo de él.
Los juegos del lenguaje:
La metáfora del juego, sin duda, tiene sus limitaciones, pero sirve al menos para hacernos ver que el lenguaje tiene reglas, y que usarlo con sentido quiere decir usarlo con arreglo a esas reglas.
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